Boyero sobre Brecht


Durante los años setenta el nombre de Bertolt Brecht era inevitable en cualquier conversación del progresismo ilustrado. Las innumerables citas sobre lo que había escrito y sobre su figura podían llegar a ser mareantes. Él, por supuesto, no tenía la culpa de que le hubieran puesto de obsesiva moda, de que todo dios recurriera a su pensamiento, sus poemas, su teatro, para explicar no ya los sórdidos mecanismos del capitalismo o del nazismo, sino también la naturaleza del universo.

Y, de repente, llegó el silencio sobre persona y artista tan significativo. En las últimas décadas nadie habla de Brecht. Es altamente dudoso que la gente que tiene menos de 40 años le conozca. Y es lamentable. Vuelvo a leer con estremecimiento su poema A las generaciones futuras. Dice cosas como estas: “En verdad, vivo en tiempos sombríos. / La palabra ingenua es insensata. Una frente lisa / revela insensibilidad. El que ríe / no ha recibido la terrible noticia. / ¿Qué tiempos son estos / en los que hablar de las flores es casi un delito / porque implica callar sobre tantos crímenes?”.


CARLOS BOYERO, fragmento de ¿Callar?, El País, 22 de marzo de 2014 (AQUÍ)