Balzac, espíritu amplio, el más completo en la novela de nuestros tiempos, maestro sin rival en el arte de describir la sociedad moderna y la humanidad actual, tenía razón al no admitir un sistema absoluto. Vio y probó que todo sistema es bueno y todo tema fecundo para un genio como el suyo.
Ha desarrollado lo que había en él de más poderoso, y se ha burlado de ese error de la crítica que quiere imponer un plan, temas y procedimientos a los artistas.
GEORGE SAND, Historia de mi vida, Editorial Porrúa, Buenos Aires, 1995, traducción de Marie Douillet.