Para nosotros ha sido muy importante la lección de Ezra Pound en aquel momento; porque Pound, exactamente por no haber sido jamás profesor en Estados Unidos, sino que lo ha sido extraterritorialmente, en el Ecumene, se desubicó, y se creó una nueva universidad –una contrauniversidad singularísima– en el nivel ecuménico; y en este nivel poético-propedéutico para mi generación, o por lo menos para el grupo de poetas que creó en Brasil el movimiento de poesía concreta, Pound ha sido un “alma mater” de la poética. Por ejemplo, es curioso que un poeta brasileño, un poeta de una lengua románica al fin y al cabo, empezara a traducir a los provenzalistas o los dantólogos. Ése es el dispositivo de donde yo creo que nosotros procedemos. Porque Pound es americano, y americano significa de América, no solamente de América del Norte, sino de América tout court; y a nosotros latinoamericanos nos tocaría quizás un sentido cultural más radical, porque en relación con Europa Estados Unidos tiene cada vez más relaciones “céntricas”, y nosotros somos “excéntricos”, como los terceros excluidos en la lógica logocéntrica del poder.
HAROLDO CAMPOS, entrevistado por Julio Ortega y recogido en Taller de la escritura: conversaciones, encuentros, entrevistas, Siglo XXI Editores, México D.F, 2000, pág. 2.