Chéjov sobre Tolstói


Temo la muerte de Tolstói. Si muriese, en mi vida se formaría un vacío enorme. Primero, a ningún hombre quiero tanto como a él. No soy creyente, pero de todas las creencias, considero la suya como la más cercana y próxima. Segundo, cuando en la literatura existe un Tolstói, es más fácil y agradable ser literato; incluso reconocer que no has hecho ni harás nada, no es tan terrible, porque Tolstói lo hace por todos. Su actividad sirve para justificar las esperanzas y aspiraciones que se han depositado en la literatura. Tercero, Tolstói permanece firme, su autoridad es enorme, y mientras viva, el mal gusto literario, la vulgaridad, la insolencia y el sentimentalismo, todo tipo de áspero y feroz egoísmo, estarán lejos, en una profunda sombra. Solo su autoridad moral es capaz de mantener por sí misma a una altura reconocida las llamadas modas y tendencias literarias. Sin él esto sería un erial o una papilla en la cual sería difícil orientarse. 


ANTÓN CHÉJOV, carta a Mijaíl O. Menshikov enviada el 28 de enero de 1900, recogida en Consejos a un escritor, Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja, Madrid, 2005, traducción de Jesús García Gabaldón y Enrique Piquero Cuadros.