Jiménez sobre Borges


Buenos Aires

Hace mucho tiempo que estoy queriendo decirle, mi querido Jorge Luis Borges (y sólo por gusto mío), lo que me maravilla la cantidad de calidad poética y literaria que viene usted acumulando, hace tantos años y con tanta selección, en su escritura jeneral.

Primero, su verso penetrante; ese vocabulario suyo exacto a lo entrevisto mejor, que le da tal plasticidad armoniosa a los hechos o a los entes más difícilmente inevocables; ese encanto de su resolución, de lo preciso en las representaciones que más le corresponden a su existir y a su ser; tal poder clarividente de encuentro y de coincidencia. Luego, la divagación crítica, de tan inequívoca solidez; que si a veces ofusca, siempre tiene cuantía y peso de seguro tesoro. Después, el cuento imajinativo, intelectual y místico, que nos traslada sobrecojidos al mismo centro de su imaginación calculadora.

Usted ha llegado a su estilo, digno al estilo a que usted quiso llegar, y no a otro mejor ni peor. Su esfuerzo lo lleva a uno en volandas, que es lo que más se puede conseguir en poesía y en literatura. La rueda, el ala, la flecha que usted ha construido con semejante calma, nos resbala por nuestra diafanidad, la de nuestros ojos, de nuestros oídos, sin obstáculo.

¡Cómo me alegra poder decirle todo esto a aquel Jorge Luis Borges a quien un día fui a ver a su pensión de Madrid, cuando ya había huido con su hermana Nora para su Buenos Aires de los jarrones, las barandas, los patios y las verjas; aquel muchacho que me dejó un libro de versos (hoy robado, ojalá por un deseoso) lleno de felicidades hacia un punto lejanísimo al que yo, en mi punto de entonces, quería también llegar cada día!

Para mí es muy bello pensar que todo esto ha sucedido, Jorge Luis Borges, que no tiene vuelta de hoja y que estoy pudiendo escribírselo.

Gracias, pues, por su Aleph, una joya de un americano-español.

Con saludos muy cariñosos a su madre y a todos los suyos, quedo de usted el amigo de siempre.

................................................................................................J. R.

12 nov. 49
4310 Queensbury Road
Riverdale, Maryland
....................................................... (Cartas literarias, 70, pp. 180-181)



JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, Poesía y prosa, Seix Barral, Barcelona, 1983, págs. 203 y 204.