Baquero sobre Huidobro


Los peces pueden hablar, las piedras pueden llenarse de música, los árboles pueden andar lenta o rápidamente hacia un punto cualquiera de la tierra o del cielo. Poesía –repitámoslo– es Creación, no repetición. Poeta es Vicente Huidobro.

De Huidobro salieron los que hoy llevan la voz cantante y la publicidad interminable. Le olvidaron y negaron luego, como se olvida y niega a Dios. Quien le coloca en la cuna de Tzara, le quiere empequeñecer, y desconoce el papel de mensajero de América en la poesía universal. Poesía es Creación, y Creación es dar forma a materia prima no moldeada aún, inédita hasta el momento en que el creador la lleva a forma. Quien poseía materia prima, restos vivos, vivientemente originales del mundo, era América. A un poeta americano le estaba encomendada la misión de creacionar la poesía, de trasfundir en la poética contemporánea la potencia de crear, de creacionar un modo de ver, de palpar, de oír, de gustar, de oler. Vicente Huidobro es el Adán de una poesía enriquecida, lavada y renacida por sangre nueva, y de él salen muchos franceses que luego tomamos aquí como precursores, y salen muchos americanos –Neruda entre ellos–, que fueron a su mina en busca de metales preciosos, y luego desentendiéronse de la fuente originaria. Huidobro dio poesía para cien poetas, para millares de libros, para construir personas, historias, imágenes, versos, que asombran por mucho tiempo a las gentes de todos los países.


GASTÓN BAQUERO, "Homenaje a Vicente Huidobro", publicado por primera vez en Diario de la Marina, 6 de enero de 1948, y recogido en Geografía literaria (1945-1996), Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2007, págs. 111-112.