Pavese sobre Shakespeare


Superior a los antiguos y a los modernos –a la imagen distracción y a la imagen relato– es Shakespeare, que construye vastamente y es además toda una mirada por la ventana; parte de una imagen que brota de una raíz austeramente humana y construye la escena, todo el playcomo una interpretación  imaginista del estado de ánimo. Esto debe nacer de la felicísima técnica dramática para la que todo es humanidad –la naturaleza, inferior– pero también todo, en el lenguaje imaginoso de sus personajes, es naturaleza. Tiene a mano fragmentos líricos, de los que hace una estructura sólida. Cuenta, en resumen, y canta indisolublemente, único en el mundo.


CESARE PAVESE, El oficio de vivir, El País, Madrid, 2003, traducción de Ángel Crespo, pág. 15.