Hesse sobre Unamuno


La editorial Phaidon, de Viena, ha publicado en cuatro gruesos volúmenes las obras del español Miguel de Unamuno, traducidas al alemán por Otto Buck. Unamuno cumplió hace poco setenta años, y si bien su obra no es tan famosa como a mí me gustaría, su nombre es conocido en toda Europa, en relación con diversos acontecimientos históricos, y actualmente se habla mucho de él. Todo empezó en 1898, cuando España, tras un triste tratado de paz con América, siendo objeto de burla o compadecida por el mundo, vivía uno de los momentos bajos de su Historia. Entonces se alzó una joven España intelectual, un pequeño grupo de luchadores y estimuladores capitaneado por Unamuno, y cuyo miembro más joven era precisamente Ortega y Gasset, hombre llegado entretanto a la fama. Hubo luego otro momento en que toda la Europa intelectual habló de Unamuno: cuando el dictador Primo de Rivera desterró al prestigioso erudito y poeta. Y no hace mucho, se oyó decir que ese mismo Unamuno, nuevamente llamado a la patria con entusiasmo, no resulta en absoluto grato a los jefes del actual régimen político español. […] En la obra de este romántico descubrimos todo el fuego de la religiosidad y el apasionamiento hispanos, así como también todas sus ironías, incluso las de la vieja y madura civilización española. Sus escritos exigen mucho del lector, también las novelas. Unamuno no es partidario del camino fácil para sí ni para los demás. Este valeroso y sabio hidalgo, ese caballero andante, digno heredero de Don Quijote, soporta y defiende una herencia de siglos. En una Europa que no hubiera sido conmovida hasta la desesperación y que no se viese incapacitada para reflexionar a causa de tantos problemas, este elocuente sucesor de una cultura tan característica debiera ser muy leído y discutido. Mas esto pertenece al destino de los caballeros andantes: nunca les es favorable el momento ni el público, y su fama no reluce en su verdadera grandeza hasta que ellos han desaparecido ya y sólo los trovadores cantan sus gestas.

(De Neue freie Presse, Viena, julio de 1933)


HERMANN HESSE, Escritos políticos (1932-1962), Bruguera, Barcelona, 1983, traducción de Herminia Dauer, págs. 20 y 21