Nietzsche sobre Montaigne


Que un hombre así haya existido es cosa que ha aumentado, realmente, el gozo de vivir en este mundo. Por mi parte, al menos, desde que conocí a este espíritu, máximamente libre y fuerte como ningún otro, no puedo decir de él sino lo que él mismo dice de Plutarco: “Apenas he lanzado una mirada en él, y ya me han crecido una pierna o un ala”. Obligado a buscarme un hueco propicio en este mundo, con su ayuda creo conseguirlo.


FRIEDRICH NIETZSCHE, Schopenhauer como educador, recogido en la nota a pie de página Nº 43 de La ciencia jovial, Gredos, Madrid, 2010, traducción de Germán Cano, pág. 356.