Estimado Sr. Walter Whitman:
No estoy ciego ante el valor del maravilloso regalo de "Hojas de hierba". Considero que es la pieza de ingenio y sabiduría más extraordinaria que Estados Unidos ha aportado hasta ahora. Estoy muy feliz al leerlo, ya que un gran poder nos hace felices. Responde a la demanda que siempre hago de lo que parecía la naturaleza estéril y tacaña, como si el exceso de trabajo manual o el exceso de linfa en el temperamento estuvieran engordando y mezquinando nuestro ingenio occidental. Os doy la alegría de vuestro pensamiento libre y valiente. Tengo una gran alegría en ello. Encuentro cosas incomparables dichas incomparablemente bien, como debe ser. Encuentro el coraje del tratamiento que tanto nos deleita y que sólo la gran percepción puede inspirar.
Lo saludo al comienzo de una gran carrera, que sin embargo debe haber tenido un largo primer plano en alguna parte, para tal comienzo. Me froté un poco los ojos, para ver si ese rayo de sol no era una ilusión; pero el sentido sólido del libro es una certeza sobria. Tiene los mejores méritos, a saber, el de fortificar y alentar.
No supe hasta que anoche vi el libro anunciado en un periódico que podía confiar en que el nombre era real y estaba disponible para una oficina de correos. Deseo ver a mi benefactor, y he tenido muchas ganas de cumplir con mis tareas y visitar Nueva York para presentarle mis respetos.
RW Emerson
RALPH WALDO EMERSON, carta a Walt Whitman incluida en el apéndice de la segunda edición de Hojas de hierba, en 1856, traducción Google Translate